No es broma, lo reclamo. Quizás no salir a la calle a quejarme de la podredumbre política que tenemos, es ser imbécil. Puede que no hacer una huelga bestial que jorobe (sobre todo) a mis conciudadanos sea ser imbécil. Quizás confiar en que poco a poco, mediante la democracia y las leyes, acabaremos con la corrupción choricera de nuestros políticos (de todos los colores) sea ser imbécil. Pero es que eso significa ser libre: poder ser imbécil y que nadie me obligue a no serlo . Por ello, igual que me resisto a que nadie me diga que tengo que creer en un determinado dios, cómo debo hacer el amor o a quién debo votar, tampoco quiero que nadie me fuerce a ser revolucionario, rebelde. Ser libre significa eso, que t ú puedes hacer lo que consideres y yo también , pero intenta no pisotear mis derechos. Porque si lo haces, si si me fuerzas, si me obligas, si tus acciones perjudican mi vida y la de mi familia más que la de los políticos tan malos contra los que te quejas, igual ...
Simplemente mis reflexiones acerca de las cosas que ocurren. Sin más.
No son dogmas. De hecho, ni siquiera sé si continuaré pensando igual en el futuro.