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Marea verde y recortes en educación

Ya, voy a ser tremendamente impopular. Pero también confío en que podemos diferir en nuestra forma de pensar, y eso no nos hace ser enemigos.

Soy el primero que cree que la educación es un recurso inestimable en la sociedad. También creo que hay que apostar,  con una escuela pública de calidad, como ocurre con la Sanidad, y que un alumno que acuda a un centro concertado no debe costar más dinero al Estado (o sea, a ti y a mí) que uno que vaya a un centro público.

Pero llegó la crisis. Y la crisis llegó a todos los sitios. Va a ser temporal, saldremos de ella y saldremos fortalecidos, pero de momento, estamos en ella. Esto obliga a tomar decisiones complicadas, tanto en la familia, en las empresas, instituciones y, por supuesto, Gobierno. Personalmente, creo que el Gobierno no lo podría haber hecho peor para afrontar esta situación (ésta, y todas las demás), pero tampoco creo que los otros se preocupen por nosotros más, todos nos ven como meros votos, pero esto es otra historia. La cuestión es qué pasa con las instituciones públicas cuando llega la tijera.

Veo este país lleno de empresas que, para sobrevivir, han tenido que eliminar recursos, bajar gastos en todas las partidas (y aún así, muchas no lo han logrado). El personal es uno de esos recursos que se han recortado, y tras el ajuste ahora está realizándose el mismo trabajo que hace unos años con menos (en algunos casos, muchísima menos) gente. Y seguramente, estos afortunados empleados que han (hemos) aguantado quedan no tenían la sensación anteriormente de que les sobrara mucho tiempo. Si nos hubieran preguntado si trabajábamos todo el tiempo habríamos dicho que sí. Sin embargo, cuando es necesario nos damos cuenta de que somos capaces de más.

No tengo especial cariño a Esperanza Aguirre, como a ninguno de los políticos actuales, pero cuando escuché la idea de que los profesores de secundaria dedicaran dos horas más de su jornada a las horas lectivas no me pareció ninguna burrada (de hecho no sabía que más del 50% del tiempo se ocupaba en otras cosas que no fuera dar clase). Eso es lo que se está haciendo a lo largo y ancho del país: hacer lo mismo con menos personas.

Está claro que en algunos casos, los profesores ya estaban dando el 110% de su tiempo y energía a su profesión, pero también estoy convencido de que muchos tienen aún mucho por ofrecer. Y, desde luego, lo que no admito bajo ningún concepto es que lo que en principio es un conflicto laboral sea traspasado a los chicos. No, en ese caso no es ya Esperanza Aguirre o el Gobierno quien tiene la culpa, sino el profesor que cambia su actitud y traslada a su alumno el problema. Está claro que tendrá que apretar más y trabajar más, como todos los que tenemos la suerte de no estar entre los más de 4.000.000 de parados, pero si uno es un buen profesional no debe dejar de hacer su trabajo lo mejor que pueda. No imagino qué pensaría ese profesor si el médico que tiene un conflicto dejara morir a un par de pacientes al mes para demostrar lo importante y necesario que es.

No, no estoy de acuerdo con las huelgas, y menos tan a la ligera. Pero aún menos de acuerdo cuando esas huelga implican a mis hijas. Cuando veo que algunos profesores intentan evangelizar e inculcar sus ideas políticas en sus cabezas. Pese a que tampoco soy amigo de las manifestaciones, por lo menos éstas implican que la persona se involucre, tome acción, luche por lo que cree. He visto miles de integrantes de esa marea verde y los respeto (aunque no comparta), pero lo que no puedo aceptar que la solución a ese supuesto problema de recorte en la educación se solucione recortando aún más y perdiendo jornadas lectivas haciendo huelgas y promoviendo a los alumnos que la hagan también.

Sres. profesores: creo que vuestra tarea no es fácil (y menos con los valores que propugna la sociedad actual) y pienso que sois uno de los pilares más importantes para que este país, y esta sociedad, salga del fondo de la basura (y no sólo económica) en que estamos metidos, pero os pido que precisamente por ello seáis los primeros en dar ejemplo de que cuando la cosa está difícil hay que remangarse y darle duro, andar el kilómetro extra, liderar sin destruir. Me indigno cuando veo cómo se os ha devaluado y como, en nombre de la libertad, se permite que los alumnos os falten el respeto reiteradamente sin que podáis hacer mucho, pero desde luego, también me indigno si veo que ante el problema, en vez de apechugar, intentar resolverlo pero dar la máxima calidad a vuestro trabajo optáis por lo fácil: la huelga. Ojo, sé que la huelga os cuesta dinero, y vuelvo a decir que lo de las huelgas nunca me gusta pero, en este caso, menos

Por supuesto, no me creo con la razón absoluta, e insisto en que no estoy defendiendo ninguna ideología política (al margen de que no haya habido marea verde cuando se han hecho recortes en CCAA gobernadas por socialistas). Precisamente porque no confío en nuestros políticos creo que los únicos que podemos nadar para no ahogarnos somos las personas, todos nosotros, y la manera no es estar todo el día de lucha unos contra otros ni frenando de una u otra forma la posible recuperación, sino remando más fuerte y ya volverán los tiempos de calma en la que volveremos a estar el doble de personas para hacer el mismo trabajo y en el que la preocupación será un 1% más o menos de subida o unas horas al mes dedicadas de una u otra forma.

Ahora, lo que urge es no dejar que se hunda el barco.

Comentarios

  1. pues no creo que sea impopular. Tampoco criticas a todos los profesores, solamente a los que no quieren trabajar mas, no?

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  2. Más que trabajar más, que ninguno queremos trabajar más, critico a los que en vez de asumir su supuesto problema con la administración sin perjudicar a los chicos utilizan a éstos como arma de chantaje. Seguro que muchos de ellos ponían "a parir" hace nada a los controladores aéreos en su huelga...
    En fin, creo que cualquier trabajador debemos dar lo mejor de nosotros, y más cuando eres empleado público. Lo otro, las reivindicaciones, deben afectar lo mínimo al usuario final, en este caso los estudiantes.

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  3. El problema no es dar dos horas más de clase, que en muchas comunidades ya se hacía, la raíz del asunto es que se han eliminado profesores. Puedo concretar que en Andalucía en institutos de secundaria se están amortizando plazas. Ejemplo una profesora de francés se traslada, su plaza se amortiza, la asignatura de francés la tienen que dar otros profesores que no tienen la cualificación para ello. ¿Dónde queda la calidad de la enseñanza? ¿Qué tiene esto que ver con que den dos horas más de clase?

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  4. Vale, no defiendo eso, que una persona no cualificada dé una asignatura. Con lo que no estoy de acuerdo es con que me digan que TODOS los profesores estaban al 100% y no pueden asumir el ajuste. Y menos aún que se líen a manifestarse e inculcar a nuestros hijos sus historias.

    Además, como bien dices, en Andalucía ya se hizo eso. ¿Por qué no hubo marea verde allí? ¿Porque lo hizo el PSOE?

    Ojo, que no defiendo al PP que no me da ninguna credibilidad, pero me indigna que se usen causas supuestamente sociales para manipular.

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  5. COMENTARIO PUESTO EN GOOGLE+ Y MI RESPUESTA
    Paz Fábregas Seguí
    No creo que ningún trabajador pueda dar 8 horas de clases al día a adolescentes. Pero os animo a intentarlo si lo veis tan fácil.
    Cuando se nos bajo el sueldo, nadie se quejó, se convocó una huelga entre el funcionariado y prácticamente nadie hizo huelga. El profesorado lleva muchos años viendo como se desvían recursos de la pública a la privada-concertada y este verano con las instrucciones de inicio de curso se colmo el vaso. Os animo a investigar un poco. Estoy cansada de ver como se me critica por ser funcionaria, como si eso fuera sinónimo de vagancia, pues yo trabajo mucho.... Justamente 37, 5 horas semanales, eso sí siempre tengo en mente las problemáticas de mis alumnos y sus familias, eso imagino que no cuenta... Yo sé de primera mano lo mal que está la gente...el curso pasado y el anterior hice muchas entrevistas, prácticamente todas las familias estaban en paro ambos padres, nadie me lo tiene que contar.
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    16:24

    Juanra Doral
    Hola prima. Antes de nada puntualicemos: en ningún momento he dicho que sea fácil dar clases a adolescentes. Yo, creo que no valdría. Creo que en mi post he dicho que creo que vuestra tarea no es fácil, y no era esa mi queja. Pero también me parece durísimo poner asfalto en las calles en verano, ir a pescar a altamar, hacer turnos en un hospital de 12 horas, ser árbitro de fútbol, ser minero, etc...

    Tampoco he hecho ninguna crítica a los funcionarios. Precisamente los funcionarios que yo conozco (que son bastantes y de diferentes instituciones) sois personas muy profesionales que os esforzáis por hacer bien las cosas. He conocido a más personas con la mentalidad del "escaqueo" en la empresa privada (tanto en la grande como, desgraciadamente, en la PYME como en la que formo parte ahora.) que en la pública.

    Mi crítica es la manía de arreglarlo todo con huelgas. Acababa de conocerse la noticia de la ampliación del horario lectivo y los parásitos de los sindicatos (de los que te puedo asegurar me fío tan poco o menos como del resto de los políticos) ya estaban anunciando huelgas. O sea, como hay un recorte, para proteger a los chavales se les priva de un montón de horas más de clase. Vaya ejemplo de cómo solucionar las cosas.

    Por otra parte, igual que no pongo a los funcionarios por debajo del resto de los mortales, tampoco hay que irse al otro extremo y pensar que son las únicas víctimas de la situación actual. Como decía, creo que vuestro trabajo es duro, pero no el más duro del mundo. Es una profesión más, con sus cosas buenas y sus cosas malas. En mi empresa hace 3 años éramos 102 personas y ahora somos 43. No cobramos más y el trabajo sale adelante. A nadie se le ocurrió hacer una huelga: no fue un capricho, sino una necesidad por las circunstancias. De no haber reducido la plantilla habríamos tenido que cerrar la empresa. y el Estado, por desgracia, está en quiebra, y todos tenemos que apechugar. De hecho, muchos de los que estaban trabajando estupendamente antes del recorte casi se alegraron de ver que otros que llevaban tiempo bastante relajados se ponían a remar también.

    Es más, por comparar similares, imagínate la situación de los profesores como tú, pero de escuela privada. Además de tener que lidiar a diario con los adolescentes luchan con la incertidumbre de si el mes que viene entrará el sueldo en su familia.

    En definitiva, habrá profesores que no podáis ya dar más de sí, igual que en mi empresa había personas trabajando a tope antes de la reducción, pero otro montón de ellos deben entender que toca apechugar, dar el callo y trabajar más fuerte que antes. Nadie se morirá por ello y ya volverán tiempos mejores.

    De todas formas, lo bonito es que podamos pensar diferente y lo compartamos sin tensión. Gracias primaaaaa

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