Este verano he disfrutado de unos días bastante tranquilos, lo cual no es muy habitual en mí. Tranquilos en cuanto a trabajo, a deporte, responsabilidades... Pero en algo no he bajado el ritmo: ¡comer y beber! Por ello mi perímetro abdominal se encuentra en máximos, y la báscula de casa se ha vuelto muy maleducada conmigo. Y me ha hecho pensar....
La obesidad no es algo que se te echa encima de la noche a la mañana. Es fruto de un trabajo metódico, diario, que no tiene reflejo salvo en el medio-largo plazo. Es el producto de una serie de hábitos aplicados consistentemente. Cuando vemos a personas con un altísimo grado de obesidad hemos de pensar que en algún momento (quizás de niños) eran normales, pero día a día fueron incurriendo en una serie de errores alimenticios, de actividad, etc., que les han hecho llegar hasta esas cotas.
Y así ocurre con todo. Las metas, conscientes o inconscientes, se consiguen paso a paso, poco a poco. Cualquier vicio se trabaja en pequeñas dosis hasta que te tiene atrapado. Pero también funciona en el sentido positivo. Hemos visto en las olimpiadas cientos de deportistas de élite que se juegan la fama mundial en unos segundos de competición, pero que se han preparado para ello muchos años, día tras día. Y es la única manera. Tanto para ser deportista de élite, cantante o médico así como para convertirte en obeso, drogadicto o maltratador es necesario trabajar en ello día a día.
Hace años leía que el que quiere dejar de fumar es preferible que se plantee "Hoy no voy a fumar" en vez de "No voy a volver a fumar nunca". Lo primero es asumible, mientras que lo segundo, para el fumador vicioso, es como una condena. Y es que en realidad es suficiente con no fumar HOY. Y repetirlo cada día.
Planteémonos cuántas cosas queremos cambiar en nuestra vida y demos un paso, sólo uno, en el sentido correcto.
Pero más importante aún porque ocurre sin querer: planteémonos qué pasos estamos dando en la dirección incorrecta sin darnos cuenta de que de la noche a la mañana nos vamos a encontrar con un gran problema: de pareja, físico, de relaciones, laboral, con la familia, ...).
Divirtámonos descubriendo esos pequeños pasos estamos dando y rectifiquemos el rumbo. Es fácil hacerlo poco a poco, y dejar que nuestro barco retome la ruta correcta en cada aspecto de nuestra vida. Bueno, en realidad lo que es fácil es decirlo, pero también eso es un primer paso ;0)
La obesidad no es algo que se te echa encima de la noche a la mañana. Es fruto de un trabajo metódico, diario, que no tiene reflejo salvo en el medio-largo plazo. Es el producto de una serie de hábitos aplicados consistentemente. Cuando vemos a personas con un altísimo grado de obesidad hemos de pensar que en algún momento (quizás de niños) eran normales, pero día a día fueron incurriendo en una serie de errores alimenticios, de actividad, etc., que les han hecho llegar hasta esas cotas.
Y así ocurre con todo. Las metas, conscientes o inconscientes, se consiguen paso a paso, poco a poco. Cualquier vicio se trabaja en pequeñas dosis hasta que te tiene atrapado. Pero también funciona en el sentido positivo. Hemos visto en las olimpiadas cientos de deportistas de élite que se juegan la fama mundial en unos segundos de competición, pero que se han preparado para ello muchos años, día tras día. Y es la única manera. Tanto para ser deportista de élite, cantante o médico así como para convertirte en obeso, drogadicto o maltratador es necesario trabajar en ello día a día.
Hace años leía que el que quiere dejar de fumar es preferible que se plantee "Hoy no voy a fumar" en vez de "No voy a volver a fumar nunca". Lo primero es asumible, mientras que lo segundo, para el fumador vicioso, es como una condena. Y es que en realidad es suficiente con no fumar HOY. Y repetirlo cada día.
Planteémonos cuántas cosas queremos cambiar en nuestra vida y demos un paso, sólo uno, en el sentido correcto.
Pero más importante aún porque ocurre sin querer: planteémonos qué pasos estamos dando en la dirección incorrecta sin darnos cuenta de que de la noche a la mañana nos vamos a encontrar con un gran problema: de pareja, físico, de relaciones, laboral, con la familia, ...).
Divirtámonos descubriendo esos pequeños pasos estamos dando y rectifiquemos el rumbo. Es fácil hacerlo poco a poco, y dejar que nuestro barco retome la ruta correcta en cada aspecto de nuestra vida. Bueno, en realidad lo que es fácil es decirlo, pero también eso es un primer paso ;0)
es verdad. tambien poco a poco es como yo destrui mi matrimonio. por dejadez.
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