Hace poco leía uno de los muchos estudios en los que se demuestra que, a igualdad del resto de características, las personas guapas consiguen mejores cosas que las feas. Bueno, dicho así puede sonar mal, pero es la sencilla realidad. La belleza es que una característica más, que pesa a favor del que la tiene. Obviamente no es una cualidad omnipotente, pero es una más.
Y lo cierto es que siempre he mantenido (normal, qué voy a decir yo con esta cara ;-) ) que eso no es un mérito: el que nace guapo, pues nace así y no se merece tener privilegios por ello. Pero también es cierto que, analizando a fondo la cuestión, se pude decir lo mismo de la inteligencia, la simpatía, el "morro", la valentía... tampoco tiene merito poseer esas cualidades innatas.
Esa persona guapa pero tonta que consigue sus objetivos gracias a su físico y que es envidiada por otra a la que le falta esa belleza, podría decir lo mismo de un buen comercial que tiene éxito por su capacidad de relación: que no merece su éxito puesto que es cuestión de tener la suerte de haber nacido así. Yo que mido 1,75 m sería difícil que hubiera llegado a estrella de la NBA. Lo de Gasol no tiene mérito... ¡pues sí!, el que es alto puede aprovechar esa ventaja, aunque no sea suficiente por sí sola (otros miden más que Gasol y no están donde él).
Ojo, soy un defensor de la capacidad de cualquier persona de superarse, de auto-modificarse. Pero seguramente existen unos límites: si has nacido rancio o débil de carácter puede que sea difícil que llegues a destacar por lo contrario, pero puedes pulirte para que esos defectos no te lastren irremisiblemente. Danny de Vito nunca hizo papeles de galán en el cine, pero sacó sus mejores armas y se hizo un hueco importante en el celuloide. Hoy en día, además, todos podemos mejorar nuestro físico (hasta cierto punto, claro) al igual que el antipático puede mejorar su actitud (sin llegar a convertirse en la chispa de las fiestas) o el torpe puede practicar más para compensar.
Por tanto, si naciste con un físico agraciado y lo utilizas como herramienta para conseguir tus metas (obviamente, dentro de tu escala de valores), haces bien, y tienes tanto mérito como el que es inteligente y llega a ser una eminencia de las ciencias o quien tiene una gran voz y triunfa en la canción. Al fin y al cabo se trata de eso, de que saques partido a tus ventajas, a tus puntos fuertes. Y en este caso, hazlo pronto pues es efímero.
Y lo cierto es que siempre he mantenido (normal, qué voy a decir yo con esta cara ;-) ) que eso no es un mérito: el que nace guapo, pues nace así y no se merece tener privilegios por ello. Pero también es cierto que, analizando a fondo la cuestión, se pude decir lo mismo de la inteligencia, la simpatía, el "morro", la valentía... tampoco tiene merito poseer esas cualidades innatas.
Esa persona guapa pero tonta que consigue sus objetivos gracias a su físico y que es envidiada por otra a la que le falta esa belleza, podría decir lo mismo de un buen comercial que tiene éxito por su capacidad de relación: que no merece su éxito puesto que es cuestión de tener la suerte de haber nacido así. Yo que mido 1,75 m sería difícil que hubiera llegado a estrella de la NBA. Lo de Gasol no tiene mérito... ¡pues sí!, el que es alto puede aprovechar esa ventaja, aunque no sea suficiente por sí sola (otros miden más que Gasol y no están donde él).
Ojo, soy un defensor de la capacidad de cualquier persona de superarse, de auto-modificarse. Pero seguramente existen unos límites: si has nacido rancio o débil de carácter puede que sea difícil que llegues a destacar por lo contrario, pero puedes pulirte para que esos defectos no te lastren irremisiblemente. Danny de Vito nunca hizo papeles de galán en el cine, pero sacó sus mejores armas y se hizo un hueco importante en el celuloide. Hoy en día, además, todos podemos mejorar nuestro físico (hasta cierto punto, claro) al igual que el antipático puede mejorar su actitud (sin llegar a convertirse en la chispa de las fiestas) o el torpe puede practicar más para compensar.
Por tanto, si naciste con un físico agraciado y lo utilizas como herramienta para conseguir tus metas (obviamente, dentro de tu escala de valores), haces bien, y tienes tanto mérito como el que es inteligente y llega a ser una eminencia de las ciencias o quien tiene una gran voz y triunfa en la canción. Al fin y al cabo se trata de eso, de que saques partido a tus ventajas, a tus puntos fuertes. Y en este caso, hazlo pronto pues es efímero.
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