Reconozco que soy bastante cínico institucionalmente hablando. Quiero decir, creo en las personas como individups, pero creo muy poco en las organizaciones en general, sean del tipo que sean. En este saco incluyo organizaciones políticas, iglesias, bancos, etc., pero también, en muchos casos, la prensa y medios de comunicación.
Creo que al dar las noticias muchos medios están más pendientes de cuál será la reacción del receptor que si la noticia es o no verídica e importante. es lo mismo que los políticos con los votos. Tres casos para ilustrar la parrafada:
- Minorías "okupas" de poblados varios. Cada vez que veo en la tele una entrevista a cualquier colectivo de esos que un día llegó a cualquier sitio y lo invadió por el capítulo 14, y los muestran como víctimas terriblemente tratadas porque las quieren echar, siempre me me indigno. Jamás oigo preguntas como: "Pero ¿Vd. trabaja en algo legal?" . "¿Se ha planteado meterse en una hipoteca como el resto de los mortales?", "¿Qué cree que pasaría si el resto de los españoles hiciéramos lo mismo y nos instaláramos en donde nos diera la gana sin pagar un duro ni pedir permisos?". Pues no, es más comercial sacarlos como víctimas de un sistema asqueroso que ataca a los débiles (aunque esos débiles sean los que luego roban al resto y, en algunos casos, tienen más pasta que tú y que yo).
Ojo, no es una simplificación extrema y no quita que a las personas que "realmente lo necesitan" y "hacen algo por progresar" hay que echarles un cable, pero no se es xenófobo por hablar claro, ¿no?
- Pobre niño sin ruta de autobús: vi muy por encima, porque es raro que me siente a ver la tele en condiciones, una toma en donde unas familias de no sé qué pueblo se quejaban porque su Com. Autónoma les negaba la subvención del servicio de ruta escolar. Los niños tenían que ir al cole a otro pueblo y como no les llevaban les tenían que mandar en taxi. Pobrecitos. lo sorprendente es que en un momento el periodista les preguntó: "no hay colegio en este pueblo" y ellos contestaron "Sí, pero preferimos llevarlos al del otro pueblo". Y ya. No hubo un comentario del periodista como "Pero entonces es normal que nadie esté dispuesto a pagar una ruta por el capricho personal" o "A mí me pasa lo mismo: quiero que mi hija estudie en Londres pero el maldito Gobierno éste no me lo paga". Qué tomadura de pelo.
- Qué malos los bancos.... En el programa de Toni Garrido de RNE1 que oigo a ratitos me quedé alucinado. En varias ocasiones ya he visto como Toni (que me cae bien, aparte de que da gusto oír esa voz) toma partido fácil, por la postura más afín al oyente. En este caso lo peor es que lo avalaba un supuesto economista colaborador del programa. La cuestión es que ambos defendían que los bancos deberían bajar las hipotecas pendientes a los endeudados dado que los pisos han bajado de precio. Vaya estupidez más carente de sentido. A ver, yo soy el primer perjudicado del bajón inmobiliario, con un hipotecón en el que debo más de lo que está valorada mi casa hoy en día. Pero lo que no se me ocurre es que el banco, que me prestó un dinero, ahora me regale un montón de miles de euros porque mi piso vale menos. Lo primero es que no se lo compré al banco, por lo que el banco no tiene nada que ver con el precio: simplemente usó la tasación del piso como aval de la hipoteca. Lo segundo es que entonces, si mañana suben los pisos ¿debería subirme el banco la hipoteca?
En fin, éstos son sólo ejemplos de cómo los que dan la cara en los medios de comunicación parece que son muy valientes porque se meten con el Gobierno, con los bancos, con las instituciones (a los que no defiendo pues, como digo, no confío en ellos) pero perdona que te diga: lo valiente realmente es ser capaz de ser objetivo, ecuánime, poner colorado igualmente a un político por chorizo como a un ciudadano de a pie que se quiere escaquear de pagar un impuesto.
Creo que al dar las noticias muchos medios están más pendientes de cuál será la reacción del receptor que si la noticia es o no verídica e importante. es lo mismo que los políticos con los votos. Tres casos para ilustrar la parrafada:
- Minorías "okupas" de poblados varios. Cada vez que veo en la tele una entrevista a cualquier colectivo de esos que un día llegó a cualquier sitio y lo invadió por el capítulo 14, y los muestran como víctimas terriblemente tratadas porque las quieren echar, siempre me me indigno. Jamás oigo preguntas como: "Pero ¿Vd. trabaja en algo legal?" . "¿Se ha planteado meterse en una hipoteca como el resto de los mortales?", "¿Qué cree que pasaría si el resto de los españoles hiciéramos lo mismo y nos instaláramos en donde nos diera la gana sin pagar un duro ni pedir permisos?". Pues no, es más comercial sacarlos como víctimas de un sistema asqueroso que ataca a los débiles (aunque esos débiles sean los que luego roban al resto y, en algunos casos, tienen más pasta que tú y que yo).
Ojo, no es una simplificación extrema y no quita que a las personas que "realmente lo necesitan" y "hacen algo por progresar" hay que echarles un cable, pero no se es xenófobo por hablar claro, ¿no?
- Pobre niño sin ruta de autobús: vi muy por encima, porque es raro que me siente a ver la tele en condiciones, una toma en donde unas familias de no sé qué pueblo se quejaban porque su Com. Autónoma les negaba la subvención del servicio de ruta escolar. Los niños tenían que ir al cole a otro pueblo y como no les llevaban les tenían que mandar en taxi. Pobrecitos. lo sorprendente es que en un momento el periodista les preguntó: "no hay colegio en este pueblo" y ellos contestaron "Sí, pero preferimos llevarlos al del otro pueblo". Y ya. No hubo un comentario del periodista como "Pero entonces es normal que nadie esté dispuesto a pagar una ruta por el capricho personal" o "A mí me pasa lo mismo: quiero que mi hija estudie en Londres pero el maldito Gobierno éste no me lo paga". Qué tomadura de pelo.
- Qué malos los bancos.... En el programa de Toni Garrido de RNE1 que oigo a ratitos me quedé alucinado. En varias ocasiones ya he visto como Toni (que me cae bien, aparte de que da gusto oír esa voz) toma partido fácil, por la postura más afín al oyente. En este caso lo peor es que lo avalaba un supuesto economista colaborador del programa. La cuestión es que ambos defendían que los bancos deberían bajar las hipotecas pendientes a los endeudados dado que los pisos han bajado de precio. Vaya estupidez más carente de sentido. A ver, yo soy el primer perjudicado del bajón inmobiliario, con un hipotecón en el que debo más de lo que está valorada mi casa hoy en día. Pero lo que no se me ocurre es que el banco, que me prestó un dinero, ahora me regale un montón de miles de euros porque mi piso vale menos. Lo primero es que no se lo compré al banco, por lo que el banco no tiene nada que ver con el precio: simplemente usó la tasación del piso como aval de la hipoteca. Lo segundo es que entonces, si mañana suben los pisos ¿debería subirme el banco la hipoteca?
En fin, éstos son sólo ejemplos de cómo los que dan la cara en los medios de comunicación parece que son muy valientes porque se meten con el Gobierno, con los bancos, con las instituciones (a los que no defiendo pues, como digo, no confío en ellos) pero perdona que te diga: lo valiente realmente es ser capaz de ser objetivo, ecuánime, poner colorado igualmente a un político por chorizo como a un ciudadano de a pie que se quiere escaquear de pagar un impuesto.
Entre que como tu bien dices en el titular, la gente habla de lo que NO sabe o NO entiende y que luego, se tratan las cosas como da la gana.. así no hay quien se entere y que sólo se enfoquen las noticias como le salga en gana a la persona, medio, etc... Muy triste.
ResponderEliminarLos telediarios son terribles, la programación peor aún, en definitiva, para que tanto TDT y tanta tele, si no hay nada en condiciones... Un asco.
Ah, y para terminar, a ver si el banco me paga la casa y la comunidad me pone un autobús para venir al trabajo, que ya me hago mayor y esto de tener que conducir todos los dias... Aunque mejor jubilado y de viaje en viaje... :)
Es que está claro que los medios viven de la audiencia, pero sí es verdad que da pena ver como manipulan la forma de enfocar las cosas para que el que está escuchando, leyendo o viendo permanezca amodorrado sintiéndose bien
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