Lo bueno de Internet, especialmente de Twitter, es la inmediatez y la amplitud de llegada de los mensajes.
Lo malo de Internet, especialmente de Twitter, es la inmediatez y la amplitud de llegada de los mensajes.
Cómo se leen las cosas, cómo se cotejan, cómo se transmiten... el COMO es importantísimo. Yo diría que más del 70% del impacto que te causa leer algo depende de quién y cómo te lo transmiten. Por eso deberíamos ser cuidadosos a la hora de crear (o propagar) un rumor. Hoy esta reflexión me surge por dos casos de informaciones motivadas por sendos teléfonos: el iPhone 4 y Google Nexus One.
iPhone 4: es un tema súper comentado el hecho de que el iPhone 4 mostraba un defecto de cobertura al cogerlo con la mano izquierda. En general le tengo un poco de tirria a Apple por su modelo cerrado de tecnología, pero creo que lo más posible es que en España no haya nadie que haya tenido ese problema, y que la mayoría de las devoluciones (parece ser que el 0,55%) hayan sido hechas por personas tecnológicamente psicosomáticas, o sea que les entra la histeria por leer cuatro críticas y corren a devolverlo. La realidad, incluso para un no pro-Apple (tampoco estoy en contra) es que es el iPhone4 es un terminal fantástico, que funciona de maravilla. Sin embargo, los rumores que han circulado, los posts, los tuits, invitaban a cualquiera que tuviera pensado comprarse uno a desistir inmediatamente.
Nexus One: Google lanzó su primer y único (hasta ahora) experimento de entrar en el mundo físico, con la comercialización de un terminal HTC con marca Google. No sólo sacó el aparato al mercado, sino que también lo vendía directamente. Ahora han decidido dejar de venderlo. Ni se deja de fabricar ni se deja de vender, simplemente que Google se sale del fregado de ser una tienda. Sin embargo, cuando he leído diferentes enfoques de esta noticia, daba la impresión de que el Nexus había sido un fracaso estrepitoso y Google deshacía posiciones.
Éstos, y muchos más ejemplos, nos deberían hacer recapacitar de qué y cómo escribimos, y qué retuiteamos. Aunque no seamos periodistas, deberíamos intentar mostrar un cierto rigor informativo, porque lo escrito permanece, y a veces el daño también.
Lo malo de Internet, especialmente de Twitter, es la inmediatez y la amplitud de llegada de los mensajes.
Cómo se leen las cosas, cómo se cotejan, cómo se transmiten... el COMO es importantísimo. Yo diría que más del 70% del impacto que te causa leer algo depende de quién y cómo te lo transmiten. Por eso deberíamos ser cuidadosos a la hora de crear (o propagar) un rumor. Hoy esta reflexión me surge por dos casos de informaciones motivadas por sendos teléfonos: el iPhone 4 y Google Nexus One.
iPhone 4: es un tema súper comentado el hecho de que el iPhone 4 mostraba un defecto de cobertura al cogerlo con la mano izquierda. En general le tengo un poco de tirria a Apple por su modelo cerrado de tecnología, pero creo que lo más posible es que en España no haya nadie que haya tenido ese problema, y que la mayoría de las devoluciones (parece ser que el 0,55%) hayan sido hechas por personas tecnológicamente psicosomáticas, o sea que les entra la histeria por leer cuatro críticas y corren a devolverlo. La realidad, incluso para un no pro-Apple (tampoco estoy en contra) es que es el iPhone4 es un terminal fantástico, que funciona de maravilla. Sin embargo, los rumores que han circulado, los posts, los tuits, invitaban a cualquiera que tuviera pensado comprarse uno a desistir inmediatamente.
Nexus One: Google lanzó su primer y único (hasta ahora) experimento de entrar en el mundo físico, con la comercialización de un terminal HTC con marca Google. No sólo sacó el aparato al mercado, sino que también lo vendía directamente. Ahora han decidido dejar de venderlo. Ni se deja de fabricar ni se deja de vender, simplemente que Google se sale del fregado de ser una tienda. Sin embargo, cuando he leído diferentes enfoques de esta noticia, daba la impresión de que el Nexus había sido un fracaso estrepitoso y Google deshacía posiciones.
Éstos, y muchos más ejemplos, nos deberían hacer recapacitar de qué y cómo escribimos, y qué retuiteamos. Aunque no seamos periodistas, deberíamos intentar mostrar un cierto rigor informativo, porque lo escrito permanece, y a veces el daño también.
Ay amigo!! Los llamados periodistas, o al menos personas que trabajan para los medios de comunicación tradicionales, son las que más eco se han hecho de estas dos falsas, por decirlo de algún modo, noticias.
ResponderEliminarAl fin y al cabo, en Twitter y en internet uno tiene la capcidad de "amplitud" en función de su propio círculo. Sí, las búsquedas puede que devuelvan el enlace a tu blog o a un twitt, pero rara vez puede llegar a crear el impacto que El País (por poner un ejemplo de medio que publicó sin reparos que el Nexus One dejaba de producirse) puede llegar a tener. Sobretodo porque existe un valor de "certeza" respecto a la información publicada en ese medio que no tienen mi blog, ni el tuyo, ni un montón de twitts.
¿Te imaginas sobre cuantas cosas más estarán diciendo sandeces y ni nos enteramos?
Sí, pero el problema es que no hay repercusión. Un periodista dice algo absolutamente incierto o directamente falso y al cabo de unos días se ha olvidado. No hay represalias ni ningún tipo de reacción :(
ResponderEliminarOs invito a leer este post que publiqué hace algunas semanas y que ahonda un poco más en el tema Apple vs. Google:
ResponderEliminarhttp://observadorsubjetivo.blogspot.com/2010/06/5-diferencias-entre-apple-y-google.html
Muy bueno tu blog, Observador. Y no es peloteo de vuelta ;)
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