Ir al contenido principal

2 modelos de actitud: Google vs. Telefónica: ¿quién paga a quién?

Cuando hace unos meses César Alierta, el presidente de Telefónica, se arrancó con unas declaraciones en las que exigía a Google el pago de un canon por el uso de la red, no le di mayor importancia. Me pareció un desvarío de alguien que no entiende muy bien cómo está configurándose el nuevo panorama mundial y que seguramente al día siguiente sus asesores le invitarían a rectificar tan desafortunada actuación. Sin embargo, lejos de quedarse en eso hemos ido asistiendo a un desfile de personalidades de otras entidades, e incluso gubernamentales, apoyando dicha majadería.

Para empezar, claro que la gente usa las infraestructuras para buscar a través de Google, Bing, o Yahoo, pero también para ir a cualquier página web (no olvidemos que un buscador no deja de ser eso: una página web), pero es que cada uno de nosotros ya estamos pagando por usar esas infraestructuras, y lo que pretenden es cobrar dos veces por lo mismo.

Vamos a ver, ¿sería lógico que la autopista de peaje AP-7 exigiera a Port Aventura el pago de un canon porque muchísima gente  que usa esa vía (y ha pagado por ello) lo hace para ir al famoso parque de atracciones? ¿Alguien con una mediana inteligencia vería razonable que los fabricantes de gafas 3-D exigieran un impuesto a los cines por que sus gafas se usan para ello? O más cercano, ¿no deberían también los fabricantes de teléfonos exigirle el canon correspondiente a las telefónicas por su uso?

El mundo al revés. Habría visto más lógico que fuera Google quien le pidiera un porcentaje a las telefónicas precisamente porque, especialmente en España, una gran parte del uso de Internet se lo lleva Google, y muchísima menos personas tendrían contratado su ADSL en casa si Google no hubiera existido.

No me caso con ninguna empresa, pero sí con una forma de entender el nuevo mundo en el que vivimos. Está el modelo de los que se quedan atrás y ven como sus perspectivas de seguir ganando dinero a espuertas sin cambiar un ápice su sistema se van acabando. Este es el caso de Telefónica o, más claramente, de la SGAE. En vez de ver qué servicios nuevos pueden aportar a los ciudadanos y qué valor pueden ofrecer se preocupan de ver a quién adjudicarle el impuesto revolucionario que les compense la merma. Es una visión cortoplacista de personas que sólo miran por su supervivencia personal, sin verse como parte de un proyecto a largo plazo y sin la capacidad de asumir nuevos retos.


El otro modelo es el que usa Google. Se trata de dar, de crear valor, de sorprender con nuevos servicios. Y si, claro que quieren ganar dinero, pero a mí ese dinero no me duele. Personalmente soy usuario de multitud de los servicios gratuitos que ofrece Google: Gmail, Calendar, Docs, Maps, Blogger, Android... Profesionalmente, además de ser clientes y proveedores de Google, también disfrutamos de sus servicios gratuitos: Analytics, Admanager, Trends,... Así, me alegro cuando sé que Google gana dinero, pues espero que eso les permita seguir ofreciéndome servicios gratuitos de gran calidad. No soy un fanático a ciegas ni estoy de acuerdo al 100%, y a veces meten la pata, pero sí, me encanta la forma de entender la nueva sociedad de la empresa de Larry y Sergey.

Señores de las empresas del siglo pasado: hace ya rato que las reglas del juego han cambiado. O bien las asumís y comenzáis a remar con la nueva corriente o bien id preparándoos (independientemente del tamaño que tengáis) para vuestra extinción.

Comentarios

  1. Absolutamente magistral. No sé cómo desde el Gobierno han podido hacerse eco de esa reivindicación.

    ResponderEliminar
  2. Enchufado a la red29 de abril de 2010, 0:04

    No estoy de acuerdo: creo que google va a ganar dinero igual que el resto. no pasa nada si reparte sus beneficios con el proveedor de red.

    ResponderEliminar
  3. Muchas empresas están en esa tesitura: su viejo modelo se queda obsoleto, pero como sus mentes lo están también quieren un pedazo del nuevo pastel con las reglas antiguas

    ResponderEliminar
  4. Yo creo que voy a cobrar dinero al cartero por utilizar mi felpudo cuando me trae alguna carta a casa o la comunidad a todo el que pase por el portal y no sea del portal... Es lo suyo, si pican, pues mejor.. :)
    El pedir por el pedir... Como los niños... Me lo pido!!! :)

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Yo, y ¿mis circunstancias?

A veces, es bueno poner las cosas en su contexto, y compararse antes de quejarse . Un ejemplo, mi vida comparada con la de otra persona real, con la que tengo mucho paralelismo: - PERSONAJE X:  Nació en una familia de cinco hermanos y un único sueldo en casa. Por ello, siempre estaban achuchados de dinero y nunca disfrutó de los privilegios que otros tuvieron (buenos colegios, estudios en el extranjero, posibilidad de negocio con capital familiar...) Por un accidente, perdió la posibilidad de seguir estudiando la carrera que había comenzado Se metió en un negocio de multinivel que le desenfocó durante años de otras posibles oportunidades de negocio o emprendimiento Se casó, pero a los 5 años se separó teniendo que quedarse al cargo de sus dos hijas solo. Como además estaba en bancarrota financiera mantenía un pluriempleo, y su vida se limitaga a trabajar y cuidar de sus hijos Montó con un amigo un negocio que resultó ruinoso y en el que él prácticamente tenía que hacerlo todo

El Papa, los gastos, las críticas y la "contra" JMJ

Bueno, se ha hablado largo y tendido sobre la visita del Papa a Madrid. Lo cierto es que me ha pillado fuera de juego, de vacaciones, sin ver TV, sin siquiera una conexión 3G aceptable, por lo que me he enterado muy de refilón. Ahora, que he vuelto, veo que ha habido mucha polémica . Y la verdad, me huele raro. Creo que es bueno puntualizar que soy ateo . No, no es una proclama ni quiero apostolizar sobre ello, simplemente quiero borrar cualquier posible sospecha que pudieras tener acerca de mi objetividad al hablar de este tema: no me gustan las religiones en general , y mucho menos las Iglesias como entidades. Sí me gusta gran parte del mensaje que las religiones promueven, pero esta es otra historia de la que no quiero hablar ahora...

Nadie es profeta en su tierra. ¿Aplicamos lo que enseñamos?

Muchas veces me he planteado por qué es tan cierta, habitualmente, la expresión de nadie es profeta en su tierra . Entiendo que muchas veces  las personas que más te conocen, que te han visto en todo tipo de situaciones (muchas de ellas ridículas), que saben todos tus defectos, esas personas es difícil que te vean como alguien extraordinario, si es que lo eres. Les ha pasado a artistas, científicos, deportistas... personas que siendo especiales no han tenido el respaldo de su gente, su ciudad, su país. Sin embargo, en el caso de quienes deciden, (o decidimos) con mayor o menor éxito, intentar evolucionar como personas, crecer cada día un poco, ser mejores en las relaciones con los demás, etc., a veces esa forma en que nos ven los más cercanos está totalmente justificada. ¿Por qué? Porque a veces (sólo a veces...), es precisamente con las personas más cercanas con las que más nos cuesta aplicar lo que tan fácilmente predicamos y enseñamos a otros. De hecho, cometemos en casa, con nue