Ir al contenido principal

Decisiones difíciles...¿qué haría yo?

La verdad es que la época tan apasionante que estamos viviendo y por la que me siento un privilegiado (época+ libertad, claro) una de las características diferenciales con toda la historia anterior es la grandísima cantidad de información que tenemos disponibles, especialmente todos aquellos que estamos "enchufados" a la red. Es maravilloso, es democrático, ayuda a eliminar las diferencias sociales y culturales. Sin embargo, a veces ese exceso de información tiene sus daños colaterales.

Hablo, por ejemplo, de esas informaciones acerca de lo que hacen los gobiernos secretamente y que no tengo tan claro que quiera conocer. Por ejemplo, está circulando el, ya famoso, vídeo que publicó wikileads de un error garrafal al aniquilar los americanos a dos periodistas confundiéndolos con guerrilleros. Realmente es espeluznante verlo y, sobre todo, escucharlo. Es fácil caer en la tentación de demonizar a esos "asesinos" sin escrúpulos que matan inocentes con toda tranquilidad. Claro, es fácil criticarlo sentado en mi sillón cómodamente, con el portátil sobre las piernas, una cervecita a mi lado junto a mi mujer y mis hijas. Es más, dan ganas de unirse a todos los grupos posibles contra los yankies, contra las guerras, contra Obama, contra la ONU, contra Zapatero, contra Rajoy, contra... Es, mal comparado, lo que ocurre cuando vemos cómo un árbitro de cualquier deporte toma una decisión errónea, que no hemos asegurado de que es errónea después de ver 45 repeticiones a cámara lenta de la jugada tomada por 23 cámaras diferentes. Así es fácil no equivocarse y criticar (y aún así habrá más de una opinión).

¿Qué haríamos nosotros cuando en unos pocos segundos tenemos que tomar una decisión crucial? ¿Es penalty o no? ¿Son soldados o son periodistas? ¿Hay que desalojar un centro comercial con 5.000 personas por una emergencia o no?
¿Qué tal si no disparo porque no estoy seguro y, un minuto después, ese personaje sin identificar asesina a 350 personas? Pues el vídeo también circularía por la red, y sería igualmente criticado (o más) el error cometido por los soldados. Es más, seguramente serían los mismos los que lo criticarían, aquellos que ven la vida desde la pantalla (antes de TV y ahora también en el PC).

Pues no, gracias. Ni querría estar en la posición de tomar todas las decisiones comprometidas del mundo ni quiero tampoco verlo todo. No quiero ver de cerca los cadáveres de Haití, ni una electrocución de un condenado en directo, ni un montón de cosas que no hacen más que sembrar en mi mente, que no es impermeable (ni la tuya, créeme), la sensación de que la humanidad está fatal, que cualquier persona con la que me cruzo es un enemigo potencial.

Insisto, es fenomenal la información, que fluya, que se denuncie a quien se lo merezca. Pero cuando te llegue esa imagen, artículo o vídeo tan espectacular, resiste la tentación de enviarlo o twitearlo a toda velocidad para ser el internauta más in y analiza unos minutos un par de cosas:

  1. ¿Estoy seguro de que es una información veraz?
  2. ¿Es útil?, ¿va a hacer algún bien a los demás, o simplemente me va a suponer una "medalla  al internauta más conectado a la actualidad"?

Comentarios

Entradas populares de este blog

Yo, y ¿mis circunstancias?

A veces, es bueno poner las cosas en su contexto, y compararse antes de quejarse . Un ejemplo, mi vida comparada con la de otra persona real, con la que tengo mucho paralelismo: - PERSONAJE X:  Nació en una familia de cinco hermanos y un único sueldo en casa. Por ello, siempre estaban achuchados de dinero y nunca disfrutó de los privilegios que otros tuvieron (buenos colegios, estudios en el extranjero, posibilidad de negocio con capital familiar...) Por un accidente, perdió la posibilidad de seguir estudiando la carrera que había comenzado Se metió en un negocio de multinivel que le desenfocó durante años de otras posibles oportunidades de negocio o emprendimiento Se casó, pero a los 5 años se separó teniendo que quedarse al cargo de sus dos hijas solo. Como además estaba en bancarrota financiera mantenía un pluriempleo, y su vida se limitaga a trabajar y cuidar de sus hijos Montó con un amigo un negocio que resultó ruinoso y en el que él prácticamente tenía que hacerlo todo

El Papa, los gastos, las críticas y la "contra" JMJ

Bueno, se ha hablado largo y tendido sobre la visita del Papa a Madrid. Lo cierto es que me ha pillado fuera de juego, de vacaciones, sin ver TV, sin siquiera una conexión 3G aceptable, por lo que me he enterado muy de refilón. Ahora, que he vuelto, veo que ha habido mucha polémica . Y la verdad, me huele raro. Creo que es bueno puntualizar que soy ateo . No, no es una proclama ni quiero apostolizar sobre ello, simplemente quiero borrar cualquier posible sospecha que pudieras tener acerca de mi objetividad al hablar de este tema: no me gustan las religiones en general , y mucho menos las Iglesias como entidades. Sí me gusta gran parte del mensaje que las religiones promueven, pero esta es otra historia de la que no quiero hablar ahora...

Nadie es profeta en su tierra. ¿Aplicamos lo que enseñamos?

Muchas veces me he planteado por qué es tan cierta, habitualmente, la expresión de nadie es profeta en su tierra . Entiendo que muchas veces  las personas que más te conocen, que te han visto en todo tipo de situaciones (muchas de ellas ridículas), que saben todos tus defectos, esas personas es difícil que te vean como alguien extraordinario, si es que lo eres. Les ha pasado a artistas, científicos, deportistas... personas que siendo especiales no han tenido el respaldo de su gente, su ciudad, su país. Sin embargo, en el caso de quienes deciden, (o decidimos) con mayor o menor éxito, intentar evolucionar como personas, crecer cada día un poco, ser mejores en las relaciones con los demás, etc., a veces esa forma en que nos ven los más cercanos está totalmente justificada. ¿Por qué? Porque a veces (sólo a veces...), es precisamente con las personas más cercanas con las que más nos cuesta aplicar lo que tan fácilmente predicamos y enseñamos a otros. De hecho, cometemos en casa, con nue