Me imagino qué ocurriría si en todo el mundo, y me refiero a todos los ciudadanos del mundo, tuviéramos acceso a la misma información. Cómo sería si realmente todos pudiéramos exponer nuestras opiniones y conocer las de los demás.
Y, realmente, creo que cada día estamos más cerca. La tecnología avanza de manera que cada vez es más barato acceder a ella. En muchísimos países saltaremos varios pasos del proceso de implementación. En muchas zonas desérticas, y grandes zonas despobladas habría sido impensable que se hubiera llenado todo de cables telefónicos para dar cobertura a los dispersos (y pobres...) habitantes. Sin embargo, la llegada de la telefonía móvil ha hecho que accedan en muchos lugares a la conexión saltándose el paso "lógico" de ir del cable al satélite. Con internet ocurrirá lo mismo.
Ahora bien, la tecnología no es todopoderosa, lo sé. Aún queda el pequeño problema que supone la existencia de gobiernos tiránicos que impiden que la información fluya libremente, que todas las personas puedan beber de la misma fuente para sacar, cada uno, sus propias conclusiones. Realmente, sería más difícil que existieran fanáticos si todos los ciudadanos pudieran razonar por sí mismos. Sería más improbable la intolerancia cuando las ideas opuestas a las tuyas campan por la red sin hacer daño.
No digo que sea la panacea, porque nadie nos puede garantizar la aparición de nuevos "líderes" que se hagan con las voluntades de suficientes descerebrados para hacerles cometer cualquier aberración, pero incluso en este caso será más fácil ponerle fin cuando cualquier actuación esté expuesta a la mirada pública.
Por tanto, confío, realmente lo creo, que la tecnología conseguirá lo que ni guerras, ni religiones ni tiranos han conseguido jamás: una cierta armonía mundial.
Vale, llámame iluso. El tiempo dirá.
Y, realmente, creo que cada día estamos más cerca. La tecnología avanza de manera que cada vez es más barato acceder a ella. En muchísimos países saltaremos varios pasos del proceso de implementación. En muchas zonas desérticas, y grandes zonas despobladas habría sido impensable que se hubiera llenado todo de cables telefónicos para dar cobertura a los dispersos (y pobres...) habitantes. Sin embargo, la llegada de la telefonía móvil ha hecho que accedan en muchos lugares a la conexión saltándose el paso "lógico" de ir del cable al satélite. Con internet ocurrirá lo mismo.
Ahora bien, la tecnología no es todopoderosa, lo sé. Aún queda el pequeño problema que supone la existencia de gobiernos tiránicos que impiden que la información fluya libremente, que todas las personas puedan beber de la misma fuente para sacar, cada uno, sus propias conclusiones. Realmente, sería más difícil que existieran fanáticos si todos los ciudadanos pudieran razonar por sí mismos. Sería más improbable la intolerancia cuando las ideas opuestas a las tuyas campan por la red sin hacer daño.
No digo que sea la panacea, porque nadie nos puede garantizar la aparición de nuevos "líderes" que se hagan con las voluntades de suficientes descerebrados para hacerles cometer cualquier aberración, pero incluso en este caso será más fácil ponerle fin cuando cualquier actuación esté expuesta a la mirada pública.
Por tanto, confío, realmente lo creo, que la tecnología conseguirá lo que ni guerras, ni religiones ni tiranos han conseguido jamás: una cierta armonía mundial.
Vale, llámame iluso. El tiempo dirá.
Jajja, pues eso: ILUSO
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